Papá siempre quiso que tocaramos el piano… y más o menos sucedió. Y, oh si, adoración total al piano y a todo lo que representa. Aparte de tener una hermosa hija que canta y toca el piano como pocos. Por lo mismo, aquí van un par de historias y un video.
El piano, tal como lo conocemos hoy data del Siglo XVIII. A finales del siglo XIX, la mitad de los pianos mundiales se fabricaban en Estados Unidos. El piano era entonces un símbolo de aspiración y progreso, de democracia, y era el centro de entretenimiento del hogar. En 1905 se construyeron 400,000 pianos. Muchas familias tenían o aspiraban a tener un piano en casa y una hija que lo tocara para deleite de los invitados. En 2013, se construyeron tan solo 32,000 unidades.
Es fácil explicar la debacle. Como centro de entretenimiento surgió competencia por parte de la bicicleta, el radio y el fonógrafo. Como instrumento musical fue perdiendo mercado ante los teclados digitales, portatiles y más versátiles. Como símbolo de progreso perdió terreno ante el automóvil. Puedes escuchar la hitoria de disrupción creativa en el podcast de freakonomics (https://freakonomics.com/podcast/how-safe-is-your-job-a-new-freakonomics-radio-podcast/). Si bien el tema tratado ahí es sobre los trabajos que se pierden y los que se crean ante un cambio revolucionario, mi historia tiene que ver con la adaptación.
Steinway, el fabricante más importante de pianos en Estados Unidos en el apogeo, incluyó en su portafolio de productos a los ataúdes para poder utilizar sus altos inventarios de madera,… Una forma de hacer apropiado uso de sus recursos materiales y de capital humano ante un mercado cambiante, y como estrategia de supervivencia… ¡Vaya cambio!
Muchos años después de los historia de Steinway, en Colonia, Alemania, tiene lugar un concierto que no debió ser. Y una historia muy particular de adaptación a nivel individual, que no organizacional.
Para disfrutar un gran relato de esta historia, y más, puedes escuchar el podcast de Tim Harford, Cautionary Tales, sobre “Bowie y el piano intocable” en https://podcasts.apple.com/nz/podcast/bowie-jazz-and-the-unplayable-piano/id1484511465?i=1000460268778 .
Keith Jarret, uno de los mejores pianistas de Jazz, fue invitado en 1975 a un concierto en Colonia (Koln), en Alemania, el cual pretendía ser grabado para un disco. A su llegada, después de un viaje desde Suiza y con algunas molestias, encontró que el piano preparado para el concierto no era el que él había solicitado sino uno de menor tamaño. Además, el piano tenía problemas mecánicos y requería afinación.
Después de múltiples intentos por convencerlo de tocar, Jarret acepta y termina improvisando su ejecución pues era imposible tocar lo que tenía preparado y ejecutar de una manera convencional.
A pesar de las dificultades, el evento fué un éxito y el disco fué publicado: “El concierto de Colonia”, que resultó ser, hasta la fecha, el concierto de jazz en piano más vendido en la historia. ¡Nada mal para un piano intocable!
Estas son historias de cambio. La primera es de organizaciones que se adaptan ante la innovación disruptiva. La segunda es de individuos que ante una mala situación y sacan lo mejor de si. En estos tiempos de cambio, si te dan un mal piano… ¡graba el disco en vivo más vendido de la historia!
Para terminar, te dejo un video. Es una obra del coreano Yiruma, del 2001: River Flows in You, interpretada por el ruso Alexei Romanov. Espero te inspire, no necesito decir más, total adaptación y ¡FUA!
Ah, y gracias papa…